Mediación Internacional: La Convención de Singapur
La Convención de Singapur sobre Mediación y las puertas que abre a la mediación internacional.
Juan Diego Guzmán
4/23/20254 min read
Mediación Internacional
La mediación internacional se ha consolidado como una herramienta esencial para la resolución de conflictos en el ámbito global, ofreciendo a las partes en disputa una alternativa flexible y menos confortativa respecto a los litigios judiciales tradicionales. Este método de resolución de conflictos se centra en la facilitación de un diálogo constructivo entre las partes, guiado por un mediador neutral que ayuda a identificar intereses, explorar opciones y trabajar hacia un acuerdo mutuamente beneficioso.
"El mediador no se considera como un arbitro, no juzga y no resuelve el conflicto, sino fomenta que las partes guiadas por su consejo o idea innovadora lleguen a un acuerdo y solucionen cualquier problema surgido entre ellas (por ejemplo, refinanciación de la deuda) para evitar posible litigio en futuro." (1)
"El mediador no es simplemente una persona elegida por las partes para que resuelva su controversia, sino un especialista que haya finalizado un curso de mediación y este debidamente colegiado, que tenga titulación correspondiente y entiende el área en la que pretende mediar."(1)
A diferencia del arbitraje o la litigación, la mediación permite a las partes mantener el control sobre la solución del conflicto y, por lo tanto, puede dar lugar a resultados más creativos y sostenibles.
La importancia de la mediación en el ámbito internacional radica en su capacidad para manejar conflictos complejos que trascienden las fronteras nacionales, involucrando diversas jurisdicciones legales y culturales. Además, la mediación se presenta como un proceso menos costoso y más rápido, lo cual es especialmente atractivo para las empresas internacionales que buscan resolver disputas comerciales de manera eficiente. La intervención de un mediador experimentado y culturalmente consciente ayuda a construir puentes entre las partes, promoviendo así la cooperación y el entendimiento mutuo.
Con la creciente interconexión global, la mediación internacional se perfila como un mecanismo crucial para asegurar que las relaciones transfronterizas se mantengan saludables y productivas, mitigando el riesgo de escalar conflictos que puedan tener repercusiones económicas y diplomáticas significativas.
Descripción De La Convención De Singapur Sobre La Mediación
La Convención de Singapur sobre la Mediación, formalmente conocida como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Acuerdos de Solución Internacionales Resultantes de la Mediación, representa un hito significativo en el campo de la resolución de disputas internacionales. Adoptada en Singapur en agosto de 2019, esta convención busca proporcionar un marco efectivo y armonizado para el reconocimiento y la ejecución de acuerdos de mediación a nivel global.
"El pasado 7 de agosto vio finalmente la luz la firma de la Convención de las Naciones Unidas sobre Acuerdos de Transacción Internacionales Resultantes de la Mediación, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York en diciembre de 2018 y bautizada como la Convención de Singapur sobre Mediación, por ser este el lugar de su firma." [2]
Antes de su existencia, la eficacia de los acuerdos de mediación internacionales dependía de las jurisdicciones individuales, lo que a menudo creaba incertidumbre y desafíos legales en su aplicación. La Convención de Singapur aborda estos problemas al estandarizar el proceso, facilitando así que los acuerdos alcanzados a través de la mediación puedan ser reconocidos y ejecutados en cualquier país que sea parte de la convención.
Esto no solo agiliza la resolución de disputas transfronterizas, sino que también promueve la confianza en la mediación como una alternativa viable al litigio. La convención establece ciertos criterios que los acuerdos deben cumplir para ser aplicables, asegurando un equilibrio entre la flexibilidad de la mediación y la necesidad de certezas legales. Con más países firmando y ratificando la convención, se espera que la mediación crezca como un método preferido para resolver conflictos internacionales, favoreciendo una cultura global de resolución pacífica y colaborativa de disputas.
El Futuro De La Mediación Internacional Post-Convención De Singapur
La entrada en vigor de la Convención de Singapur sobre la Mediación ha marcado un hito significativo en el ámbito de la resolución de conflictos internacionales. Esta convención no solo ofrece un marco legal sólido que respalda los acuerdos de mediación transfronterizos, sino que también facilita su ejecución a nivel global. En un mundo cada vez más interconectado, donde las disputas comerciales y diplomáticas cruzan fronteras constantemente, la mediación se presenta como una herramienta eficaz para resolver conflictos de manera más amistosa y eficiente en comparación con los procedimientos judiciales tradicionales.
"La Convención de Singapur sobre mediación aprobada el 20 de diciembre de 2018 ya ha generado un gran interés a pesar de su breve existencia." (1)
Con la Convención de Singapur, el futuro de la mediación internacional se perfila como un campo en expansión que promete transformar la manera en que las naciones y las entidades comerciales abordan sus disputas. Al proporcionar un mecanismo claro y consistente para la aplicación de los acuerdos de mediación, la convención fomenta la confianza entre las partes y disminuye la incertidumbre jurídica.
Esto, a su vez, incita a más países a adoptar la mediación como la opción preferida para resolver conflictos, allanando el camino hacia una mayor cooperación internacional. En definitiva, la Convención de Singapur no solo promueve la mediación como un método viable de resolución de disputas, sino que también establece un precedente crucial que puede guiar las políticas de resolución de conflictos mundiales en el futuro.
Al 29 de abril de 2025 , la Convención contaba con 57 signatarios y 14 Estados ratificados, adherido o aprobado la Convención de Singapur: Arabia Saudita, Bielorrusia (aprobó), Baréin, Ecuador, Fiyi, Georgia, Honduras, Japón (adhirió) Kazajistán, Nigeria, Pavo, Qatar, Singapur, Sri Lanka, Turquía, Israel, Paraguay y Uruguay (3)
Fuentes: